Los metros construidos y los metros útiles son dos términos muy utilizados en el ámbito inmobiliario. Sin embargo, no todo el mundo es capaz de reconocer cuál es la diferencia entre ambos conceptos. Precisamente por eso, en este texto vamos a presentar de forma separada lo que significa cada cosa para un mayor entendimiento.

Los metros construidos atañen a toda aquella superficie que ha sido objeto de construcción, es decir, toda parte de un inmueble. Eso incluye a las estructuras del mismo, también elementos como paredes, tabiques o conductos interiores de tubería o ventilación, además de zonas comunes. Por tanto, son todos los espacios que componen un edificio.

Mientras que los metros útiles son aquellos que se utilizan en el desarrollo habitacional, todas aquellas instancias en las que la persona puede pisar o llevar a cabo funciones de su vida cotidiana. Este matiz es relevante porque no incluye únicamente al suelo de las habitaciones, sino también a armarios, balcones o terrazas.

El valor de los inmuebles se calcula en función de los metros construidos. Pero hay que puntualizar que dos viviendas con similares dimensiones pueden no tener la misma la superficie construida, ya que en este término entra la participación de cada vivienda en las zonas comunes, algo que no necesariamente debe ser igual en dos casas diferentes.

Llegados a este punto, es buen momento para hablar sobre zonas comunes. La definición literal recogida por la Ley de Propiedad Horizontal dice lo siguiente: «las zonas comunes son todas las partes del edificio pertenecientes a todos los propietarios destinadas, que permiten o facilitan la existencia, funcionamiento, uso, conservación o funcionamiento de los bienes particulares de cada uno».

Ahora bien, ¿es posible que haya elementos que sean disfrutados por unos vecinos y por otros no? La respuesta es afirmativa, de hecho no es muy extraño que suceda, por ejemplo, en zona de acceso a garajes para alguien que no tiene una plaza de parking. Y esto nos conduce a otra pregunta: ¿hay que pagar por el uso de esas zonas comunes aunque no las utilicemos?

El Tribunal Supremo se pronunció al respecto e hizo saber que la ley obliga a todos los copropietarios a contribuir con los gastos de utilización y mantenimiento de todas las áreas comunes. Eso sí, el propio órgano indica que en caso de que en la documentación de la constitución de la propiedad vecinal figurase que esas zonas únicamente serían utilizadas por determinados vecinos, los restantes quedarán exentos de pagar cuantía alguna por dichas zonas concretas.

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